Mujeres desempleadas en España de larga duración

8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y desde Adecco, como empresa líder en recursos humanos y referente del mercado laboral, ha querido analizar cuál es el perfil de la mujer trabajadora y de la desempleada en España

El próximo miércoles 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y desde Adecco, como empresa líder en recursos humanos y referente del mercado laboral, hemos querido analizar cuál es el perfil de la mujer trabajadora y de la desempleada en España, para presentar la radiografía más completa del empleo en clave femenina. En esta undécima entrega, que se elabora en base a los datos de la última Encuesta de Población Activa (En este análisis se hablará en presente, pues se trata de los últimos datos disponibles, aunque se corresponde con los datos estadísticos medios del año 2016.), Adecco –en colaboración con Barceló & Asociados- ha detallado cuál es el papel de la mujer española dentro del mercado de trabajo.

Para aquellas que ahora mismo están trabajando, se corresponde con el perfil de una asalariada de entre 35 y 44 años, con estudios superiores y que trabaja en el sector servicios (área de servicios y ventas).

En cambio, el perfil de aquellas que están desempleadas se corresponde con el de una mujer de entre 35 y 44 años de edad (aunque son las jóvenes de entre 16 y 19 años quienes ostentan la tasa de paro más elevada), con formación hasta la primera etapa de la educación secundaria y que lleva más de dos años buscando empleo sin encontrarlo.

Perfil de la mujer desempleada en España

El paro femenino según el tiempo medio de búsqueda de empleo

En España hay 2,3 millones de mujeres que buscan empleo y no lo encuentran, que están por tanto paradas. Son casi 200.000 mujeres menos que las que estaban un año atrás en esta situación.

De ellas, 970.000 buscan empleo sin conseguirlo desde hace más de dos años (42,8% del total), es decir, son paradas de larga duración. Este porcentaje se ha reducido en 1,2 puntos porcentuales con respecto al año anterior, aunque sigue siendo por amplia diferencia el mayor periodo de tiempo en paro.

A continuación, hay 356.700 mujeres que se encuentran desempleadas desde hace más de un año y menos de dos (15,7%). En el caso de 259.500 mujeres llevan así entre 6 y 12 meses (11,4%), en tanto que 221.600 lo están desde hace un período de entre 3 a 6 meses (9,8% del total de mujeres sin empleo). Por último, un 10,6% de ellas está buscando empleo desde hace 1 a 3 meses y 9,7% lo hace desde menos de un mes.

En todas las autonomías, el grupo de paradas más grande es el de aquellas que llevan así más de dos años. En todas, excepto en Baleares, el segundo grupo más grande de desempleadas es el de las que están en el paro desde hace más de un año y menos de dos.

Castilla-La Mancha (47,5%) y Canarias (47,2%), son las regiones en las que el grupo de mujeres paradas desde hace más de dos años es proporcionalmente mayor.

Con estos datos puede establecerse que el tiempo medio que las mujeres paradas llevan buscando trabajo sin conseguirlo en nuestro país es de 17,4 meses (0,6 meses menos que un año atrás). Ese tiempo oscila entre un máximo de 18,8 meses en Castilla-La Mancha, hasta un mínimo de 12,4 meses en Baleares.

El paro femenino según la edad

De los 2,3 millones de desempleadas que hay en nuestro país, el grupo más numeroso es el de aquellas que tienen entre 35 y 44 años de edad, con 611.700 personas, que equivale al 27% de todas las mujeres en paro. Con un número solo un poco menor, 547.300 mujeres sin empleo, se encuentra la franja de edad de entre 25 y 35 años (24,1%). Es decir que más de la mitad de las mujeres sin trabajo (51,1%) durante el año pasado tenía entre 25 y 44 años de edad.

También resulta significativo el grupo de mujeres desocupadas de entre 45 y 54 años de edad, que reúne a 540.300 personas (23,8% de todo el paro femenino).

Los grupos de edad de 55 y más años, y de 20 a 24 años, tienen cada uno poco más del 10% del total de mujeres desempleadas. El primero suma a 263.100 personas (11,6%), en tanto que el segundo agrupa a 243.100 mujeres (10,7%). Un grupo más reducido, de 62.700 mujeres desocupadas, tiene entre 16 y 19 años de edad (2,8% del paro femenino).

En once comunidades autónomas, el grupo de mujeres de entre 35 y 44 años es también el que congrega la mayor cantidad de desocupadas. Asturias se destaca entre ellas, con un 31,3% de las mujeres paradas pertenecientes a esta franja de edad.

De las restantes regiones, Baleares, Cantabria y la Región de Murcia tienen en la franja de edad de entre 25 y 34 años a la mayor parte de paradas. En el resto (Castilla y León, Navarra y La Rioja), la mayor cantidad de paradas pertenece al grupo de edad de entre 45 y 54 años.

Teniendo en cuenta el número de ocupadas y paradas de cada grupo de edad se puede calcular la tasa de paro. Desde esta perspectiva se obtiene una relación inversa entre edad y tasa de paro. Es decir, que a mayor edad, menor tasa de desempleo y viceversa.

La tasa de paro media en España para todas las mujeres es del 21,4% (2,1 puntos porcentuales menos que un año atrás). Sin embargo, para el grupo de edad de entre 16 y 19 años, alcanza un impactante 61,6%, aunque se ha reducido 9 puntos en el último año. Esto nos dice que de cada 10 mujeres de entre 16 y 19 años que quiere trabajar en nuestro país, apenas 4 lo consiguen.

En la franja de edad de entre 20 y 24 años la proporción de paradas es del 42%. Es decir que solo tres de cada cinco mujeres que quieren trabajar en ese rango de edad lo consigue. Los cuatro siguientes grupos de edad tienen tasas de paro más parecidas entre sí, alcanzando un máximo de un 23,4% para las mujeres de entre 25 y 34 años y un mínimo de 16,7% para las de 55 y más años edad.

En todas las comunidades autónomas se repite el hecho de que la mayor tasa de paro femenino se encuentra entre las mujeres de 16 a 19 años, seguida de la del grupo de entre 20 y 24 años. No obstante, hay amplias diferencias entre ellas.

Una cosa es lo que ocurre en Castilla-La Mancha, La Rioja y Andalucía, donde el grupo de 16 a 19 años tiene una tasa de paro en torno al 80%, y otra bien diferente el caso de Asturias, Baleares y Cataluña, que para la misma franja de edad exhiben una proporción de paradas inferior al 50%.

De la misma manera, no son comparables las situaciones de Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y Murcia, donde las mujeres de 20 a 24 años sufren una tasa de desempleo del orden del 50%, con las de Cantabria y La Rioja, que para ese grupo de edad muestran menos de un 30% de paro.

En diez autonomías la tasa de paro decrece con la edad y muestran, igual que la media nacional, la menor proporción de paradas en el grupo de 55 y más años de edad. En las otras comunidades la tasa de paro femenino es similar en los tres mayores grupos de edad (35 a 44, 45 a 54 y 55 y más).

Entre las excepciones destaca Cataluña, donde las mujeres de 55 y más tienen una tasa de paro (16,1%) más alta que la de mujeres de 35 a 44 años (15,3%). En la Comunidad de Madrid, las mujeres de 55 y más años exhiben una tasa de paro más de un punto porcentual mayor que la de aquellas de entre 35 y 44 años (14,9% y 13,8%, respectivamente).

El País Vasco destaca por tener la menor tasa de paro en tres de los cinco grupos de edad: de 35 a 44 años (11,3%), de 45 a 54 años (9,8%) y de 55 y más años (9,6%, que es la menor tasa de paro de todas las comunidades para cualquier grupo de edad).

Andalucía y Extremadura tienen la mayor tasa de paro en tres franjas de edad cada una. La comunidad andaluza encabeza el desempleo entre las mujeres de 16 a 19 años (81,1%), de 20 a 24 años (56,1%) y de 45 a 54 años (31,3%). Extremadura hace lo propio entre las personas de sexo femenino de 25 a 34 años (34,7%), de 35 a 44 años (29,7%) y de 55 y más años (27,5%).

El paro femenino según el nivel formativo

El colectivo de mujeres ocupadas puede clasificarse en cuatro categorías, según sea el máximo nivel formativo alcanzado:

  1. hasta escuela primaria.
  2. primera etapa de la educación secundaria.
  3. segunda etapa de educación secundaria y FP.
  4. formación universitaria y superior.

De los 2,3 millones de mujeres sin empleo que hay en España, 825.200 tienen la primera etapa de la educación secundaria como máximo nivel formativo (36,4% del total). Por otra parte, 608.300 paradas (26,8%) han alcanzado la formación universitaria, mientras que 570.600 cuentan con la segunda etapa de la educación secundaria (25,2%). Las restantes 264.100 que buscan empleo no han estudiado más allá de la escuela primaria (11,6% de las paradas).

En diez comunidades autónomas, al igual que en España, el grupo más numeroso es el de aquellas que cuentan con la primera etapa de la educación secundaria alcanzando sus máximos en Extremadura (45,8%) y Andalucía (41,8%).

En seis de las restantes siete autonomías, el mayor número de mujeres sin empleo tiene educación superior. Los ejemplos más marcados son los de Asturias (44,7%) y el País Vasco (40,2%). Aragón es la única región en la que el mayor grupo de desempleadas es el que cuenta con la segunda etapa de la secundaria (34,3%).

En todas las comunidades autónomas se repite la circunstancia de que las mujeres con no más de educación primaria constituyen el grupo de paradas menos nutrido.

Lo anterior no debe llevar al equívoco de pensar que la formación no es relevante a la hora de conseguir un puesto de trabajo. Que haya más mujeres paradas con formación universitaria que con educación primaria tiene que ver con el elevado nivel educativo de la población.

En efecto, cuando observamos la tasa de paro según el nivel educativo vemos que, a medida que este crece, la proporción de paradas disminuye. Mientras las mujeres con hasta educación primaria sufren una tasa de desempleo del 36,3%, las que tienen educación universitaria sobrellevan una del 13,2% (menos de la mitad).

En todas las autonomías la menor tasa de tasa de desocupación corresponde al grupo de mujeres con formación universitaria. En 14 de ellas, la proporción de paradas con formación universitaria es menos de la mitad que la de las mujeres con educación primaria.

Baleares (7,9%), Navarra (8,2%) y el País Vasco (9,3%) tienen las menores tasas de desempleo para el grupo de mujeres con mayor formación y son los únicos casos en que la tasa de paro baja del 10%. En dos regiones ese grupo formativo tiene una tasa de paro de más del 20%: Extremadura (20,2%) y Andalucía (20,1%). Por otra parte, en tres autonomías la tasa de desempleo de las mujeres con hasta educación primaria supera el 45%: Extremadura (51,9%), Andalucía (47,5%) y Castilla-La Mancha (46,1%).

Perfil de la mujer trabajadora en España

Análisis por edad

En España hay 8,3 millones de mujeres trabajando en la actualidad. El grupo más numeroso de mujeres ocupadas corresponde a aquellas de entre 35 y 44 años de edad, quienes suman poco más de 2,6 millones, el 31,6% del total. Le sigue el de mujeres de entre 45 y 54 años, con 2,2 millones de personas, que equivale al 26,7% del total. Si a estos dos grupos sumamos el de mujeres ocupadas de entre 25 y 34 años de edad (que suman casi 1,8 millones, que supone el 21,4% de las mujeres ocupadas en todo el país), tenemos que el 79,8% de las mujeres que trabajan en España tiene entre 25 y 54 años.

Por lo tanto, los grupos de edad por encima y por debajo de dicha franja tienen un papel secundario, en particular en el caso de las más jóvenes. En efecto, las mujeres de menos de 25 años solo ocupan el 4,5% de los puestos de trabajo, con un total de 375.400 ocupadas.

Más importante resulta el rol del grupo de mujeres de 55 y más años de edad, que tiene en sus manos el 15,7% restante de puestos de trabajo, que equivale a 1,3 millones de empleos.

Con algunos matices, esta distribución de los puestos de trabajo femeninos entre los distintos grupos de edad se reproduce en todas las comunidades autónomas. En todas ellas, el grupo de ocupadas más nutrido es el de mujeres de entre 35 y 44 años de edad. En particular, esa franja de edad es más relevante en la Región de Murcia (33% del total de ocupadas), la Comunidad de Madrid (32,8%) y Canarias (32,4%). En cambio, hay dos autonomías en las que ese grupo de edad da cuenta de menos del 30% de los empleos femeninos: Castilla y León (29,8%) y Extremadura (29,5%).

En otros grupos de edad se observan amplias diferencias en el peso que ocupan en las diferentes autonomías. Un caso es el de las mujeres de 55 y más años de edad. Este grupo de edad detenta el 19% de los empleos femeninos en Castilla y León y el 18,6% en Galicia. Al mismo tiempo, su participación en el empleo baja hasta el 13,1% en Canarias y al 12,4% en Murcia.

Entre las más jóvenes, la diferencia es proporcionalmente mayor. El grupo de mujeres de 20 a 24 años consigue en Cataluña el 5% de todos los empleos femeninos y en Extremadura un 5,3%. En cambio, ese grupo de edad solo ocupa el 3% de los empleos en el País Vasco y el 2,8% en Asturias.

Aunque con una importancia cuantitativa menor, las mujeres de 16 a 19 años ocupan el 0,7% de todo el empleo femenino en Cataluña, lo que más que triplica la proporción del 0,2% de Galicia.

Análisis por situación profesional

De los 8,3 millones de trabajadoras que hay en nuestro país, un 87,2% son asalariadas (7,3 millones). El millón restante, un 12% de las mujeres ocupadas, corresponde en su casi totalidad a emprendedoras. También hay un pequeño grupo de 59.600 mujeres (0,7%) que no son ni lo uno ni lo otro y que se corresponde con miembros de cooperativas, ayuda en el negocio familiar, tareas voluntarias, etc.

Entre las asalariadas, el colectivo más numeroso es el de las que trabajan en el sector privado, con 5,6 millones. Eso equivale al 67,4% del total de mujeres con empleo. El 19,8% que completa el grupo de mujeres que trabaja en relación de dependencia corresponde a asalariadas del sector público, que suman 1,7 millones.

Por su parte, las emprendedoras pueden desagregarse en dos grupos: empleadoras y autónomas (sin empleados). El más nutrido de los dos es el último, con 721.600 mujeres (8,7% de todo el empleo femenino). Las mujeres con empleados a cargo suman 282.675 un 3,4% del total.

En todas las autonomías, las mujeres asalariadas en el sector privado son el grupo cuantitativamente más importante. Sin embargo, su relevancia varía de forma amplia. En un extremo, las regiones con un mayor porcentaje de mujeres asalariadas en el sector privado son la Comunidad de Madrid (73%), Cataluña (71,4%) y Canarias (70,7%). En el otro aparecen Extremadura (54,8%), Castilla y León y Castilla-La Mancha (60,4% en ambos casos).

Más amplio aún es el rango dentro del cual oscila el peso que alcanza el empleo público en las distintas autonomías españolas. En este caso, sobresalen Extremadura (33,1%), Castilla-La Mancha (25,8%) y Castilla y León (24,6%), mientras que el menor peso se encuentra en Baleares (14,5%), la Comunidad Valenciana (15,8%) y Cataluña (16,5%).

Los datos anteriores nos permiten deducir que en el conjunto de España, por cada 10 mujeres asalariadas en el sector público, hay 40 en el sector privado. Esta misma relación oscila desde las 58 mujeres en las Baleares y las 53 de la Comunidad Valenciana, hasta las 28 de Castilla-La Mancha y las 20 de Extremadura.

Galicia es la comunidad autónoma donde las mujeres emprendedoras ocupan un mayor espacio del empleo total, con un 17,8%, seguida por Baleares, con un 16,5%. En el otro extremo, la única comunidad en la que las emprendedoras suponen menos de un 10% del empleo femenino total es la Comunidad de Madrid, con solo un 7,7%.

Extremadura es la comunidad con menor proporción de mujeres empleadoras (2,2% del empleo femenino) y Madrid la que exhibe un porcentaje más bajo de autónomas (5,3%). La región donde las empleadoras tienen un mayor peso en el empleo femenino es La Rioja (5,2%), en tanto que Galicia ocupa el mismo rol en lo que se refiere al empleo autónomo (13,3%).

En el conjunto de España, se cuentan 26 mujeres autónomas por cada 10 emprendedoras con asalariados a cargo. Esa misma relación es de 45 a 10 en Extremadura y de 37 a 10 en Navarra. La situación opuesta la representan La Rioja (17 autónomas por cada 10 empleadoras) y Cantabria (18 a 10).

Es interesante observar la importancia relativa del empleo público femenino en cada comunidad autónoma. En el conjunto español, por cada mujer que trabaja en el sector público hay cuatro que lo hacen en el privado, sea como asalariadas, sea como emprendedoras.

Esa media enmascara grandes diferencias. En Baleares, el empleo privado multiplica por 5,8 al empleo público, mientras que en la Comunidad Valenciana y Cataluña lo quintuplica. En cambio, en Extremadura apenas hay 20 mujeres trabajando en el sector privado por cada 10 que hacen lo propio en el público.

Análisis por formación

De los 8,3 millones de ocupadas con empleo que hay en nuestro país, el grupo más nutrido, con 4 millones de personas (47,9%), es el de aquellas que alcanzaron la Universidad, es decir, casi la mitad de las trabajadoras españolas tiene formación universitaria.

Los dos grupos de educación secundaria tienen una cantidad de mujeres muy similar: 1,9 millones las mujeres con primera etapa de la secundaria (22,7% del total) y 2 millones aquellas que alcanzaron la segunda etapa (23,8%). Las restantes 462.500 mujeres ocupadas completaron como máximo la escuela primaria (5,5%).

Todas las comunidades autónomas presentan una composición similar, con el grupo de mujeres ocupadas con educación universitaria siendo el más grande y el de aquellas con hasta formación primaria el más pequeño. Las mujeres con educación universitaria son más de la mitad en cinco regiones, encabezadas por el País Vasco (59,3%), Navarra (56,8%) y la Comunidad de Madrid (55,2%). Aunque son menos del 40% en Baleares (37,1%) y Canarias (40%). El archipiélago canario es además la región con más ocupadas con educación primaria (9,1%).

Análisis por ocupación

La Organización Internacional del Trabajo clasifica todas las ocupaciones en diez grandes categorías. De ellas, la más significativa en el empleo femenino es, con amplia diferencia, la de Trabajadoras de Servicios y ventas, con un 29,6% del total (incluye, entre otras, a camareras, peluqueras y dependientes, pero también a azafatas, policías y bomberos). Son casi 2,5 millones de mujeres las que entran en esta categoría.

La siguiente categoría en importancia, con 1,8 millones de personas, es el de mujeres que realizan tareas Técnicas y profesionales científicas e intelectuales, que suponen el 22,1% de todo el empleo femenino. En esta categoría se engloban por ejemplo a ingenieras, doctoras, odontólogas, abogadas, economistas, profesoras, etc.

Las Ocupaciones elementales (donde se agrupan, entre otras, a empleadas domésticas, limpiadoras, vigilantes, etc.), conforman el tercer grupo con más mujeres, con un total de poco más de 1,4 millones (16,9% del total). La categoría de Servicios y ventas es la que ocupa el mayor porcentaje de mujeres en todas las autonomías excepto en la Comunidad de Madrid y Murcia. En el primer caso ese puesto corresponde a las tareas Técnicas y profesionales científicas e intelectuales, con un 28,3%; en el caso murciano son las Ocupaciones elementales (28,6%).

En Asturias (36%), Cantabria (35,9%), Baleares (35,3%), Extremadura (33,9%) y Canarias (33,3%), al menos 1 de cada 3 mujeres ocupadas tiene ocupaciones de la categoría de Servicios y ventas. Madrid es la región en la que esta categoría ocupacional tiene menos importancia relativa, con un 23,1% del total del empleo femenino, aunque aun así es el segundo grupo con mayor número de ocupadas.

Las actividades Técnicas y Profesionales científicas e intelectuales son la segunda categoría más relevante en once comunidades, tal como ocurre en el total español. En particular, tal es el caso del País Vasco (26,8%), Navarra (24,1%) y Cataluña (22,9%). Baleares es la comunidad donde este grupo de ocupaciones tiene una importancia relativa más baja, con un 15,3%.

En otras tres autonomías, la segunda categoría ocupacional en la que más mujeres trabajan es la de Ocupaciones elementales. Ellas son Canarias (23,6%) y Andalucía (21,2%) y la Comunidad Valenciana (19,7%).

La Región de Murcia es la única comunidad en la que hay más mujeres ocupadas en tareas elementales que en ocupaciones Técnicas y profesionales, tanto científicas e intelectuales, como de apoyo (entre las ocupaciones Técnicas y profesionales de apoyo sobresalen las agentes de seguros, logopedas, higienistas, agentes de viajes, pilotos aéreos, etc.).

En cambio, se cuentan seis regiones en las que las tareas Técnicas y profesionales científicas e intelectuales y Técnicas y profesionales de apoyo emplean a más del doble de mujeres que las Ocupaciones elementales. Ellas son la Comunidad de Madrid, Navarra, el País Vasco, Cataluña, Cantabria y La Rioja.

En base a estos datos puede establecerse que una abrumadora mayoría de mujeres trabaja en el sector Servicios, concretamente 7,5 millones, el 89,4% de todas las ocupadas. Por otra parte, hay 620.200 mujeres que desempeñan su actividad en la Industria (Incluye también Minería y las actividades vinculadas con la electricidad, el gas y el servicio de saneamiento) 7,4%. El porcentaje de mujeres que trabaja en los sectores de la Agricultura (Incluye la ganadería, la pesca y la forestación.) y la Construcción es marginal: 2,1% en el primer caso (178.700 personas) y apenas el 1% en el segundo (84.700).

Los datos en las diferentes autonomías repiten la presencia ampliamente mayoritaria de los Servicios en el empleo femenino. No obstante, se encuentran matices relevantes.

La proporción de mujeres trabajando en los Servicios alcanza un máximo del 95,8% en Canarias, autonomía que es seguida muy de cerca por Baleares, con un 95,6%. En el extremo opuesto, La Rioja presenta la menor participación de los Servicios en el empleo de mujeres, con un 81,2% de los empleos. Le sigue, segunda por la cola, Galicia, con un 83,8%.

El espacio ocupado por la Industria en lo referido al empleo femenino es muy variable y muestra una correlación inversa con el de los Servicios. En el caso del empleo industrial son La Rioja y Navarra las que presentan los mayores porcentajes con, respectivamente, un 15,1% y un 14,4%. Al mismo tiempo, las dos comunidades con mayor proporción de empleo en los Servicios son las dos que tienen un menor porcentaje de empleo industrial: Canarias (2%) y Baleares (3,2%).

Andalucía es la única comunidad en las que el empleo femenino en la Agricultura es más importante que el mismo en la Industria: 5,1% y 4,4%, respectivamente. No obstante, las autonomías con mayor presencia del empleo agrícola son Murcia (6,3%) y Galicia (5,4%). En cambio, el empleo femenino agrícola-ganadero es marginal en Madrid, Baleares (0,2% en ambos casos), Cataluña y el País Vasco (0,7% en las dos últimas).

El empleo femenino en la Construcción ocupa en todas las regiones un porcentaje pequeño del empleo femenino, que en ningún caso supera el 1,5%, que es la proporción que exhibe el País Vasco. Sin embargo, hay cuatro autonomías en las que el empleo femenino en la Construcción es más importante que el correspondiente a la Agricultura. Además del País Vasco son Madrid (1,2% del empleo femenino es ejercido en la Construcción), Cataluña (también 1,2%) y Baleares (1,1%).

Las dos regiones que presentan el porcentaje más reducido de empleo femenino en la Construcción son Murcia (0,5%) y Navarra (0,4%).

Conclusiones

  • De los 2,3 millones de paradas que hay en España, 970.000 buscan empleo sin conseguirlo desde hace más de dos años, es decir, son paradas de larga duración. Este porcentaje se ha reducido en 1,2 puntos porcentuales con respecto al año anterior, aunque sigue siendo por amplia diferencia el mayor periodo de tiempo en paro.
  • El tiempo medio que las mujeres desempleadas llevan buscando trabajo sin conseguirlo en nuestro país es de 17,4 meses (0,6 meses menos que un año atrás). Ese tiempo oscila entre los 18,8 meses en Castilla-La Mancha hasta los 12,4 meses en Baleares.
  • Existe una relación inversa entre edad y tasa de paro: a mayor edad, menor tasa de desempleo y viceversa. La tasa de paro media nacional para todas las mujeres es del 21,4% (-1,2 p.p.). Sin embargo, para el grupo de edad de entre 16 y 19 años, ésta alcanza un 61,6% (-9,1 p.p.).
  • Cuando observamos la tasa de paro según el nivel educativo vemos que, a medida que este crece, la proporción de paradas disminuye. Mientras las mujeres con hasta educación primaria sufren una tasa de desempleo del 36,3%, las que tienen educación universitaria sobrellevan una del 13,2% (menos de la mitad).
  • Si hablamos de mujeres con empleo, el perfil de la mujer trabajadora en España se corresponde con el de una asalariada del sector privado de entre 35 y 44 años, con estudios superiores y que trabaja en el sector servicios.
  • En nuestro país un 87,2% de las mujeres son asalariadas, un 8,7% son autónomas y solo un 3,4% de ellas son emprendedoras con empleados a cargo.
  • Las principales ocupaciones en las que se emplean las mujeres en España son Servicios y ventas (29,6% del empleo femenino), tareas Técnicas y profesionales científicas e intelectuales (22,1%) y en Ocupaciones elementales (16,9%). La menor proporción realiza tareas cualificadas Agro- ganaderas (1%) y Ocupaciones militares (0,1%).

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